viernes, febrero 10, 2006

Lo que es tuyo, lo que te ha de corresponder y lo que mereces, llegará a tus manos y a tu existencia a su debido tiempo, ni antes ni después, sólo cuando debe de ser. Los sueños, cuando se forjan en el alma, tarde o temprano se presenta la ocasión de realizarlos, nunca es tarde, las coincidencias empiezan a darse y la vida se viste de gala y abre sus brazos para regalarte la oportunidad. Dice un antiguo proverbio Árabe: "Hay cuatro cosas en la vida que jamás regresan: la flecha disparada, la palabra pronunciada, la vivencia que se tuvo y la oportunidad desperdiciada". Si tienes los ojos de tu mente y corazón abiertos te darás cuenta de que tú, y solo tú, puedes alcanzar todo lo que te propongas, solo tú puedes aprovechar las oportunidades que se te presenten, por eso hoy, mi yo adulta le hace un regalo a la niña interior que vive en mí, y ésta, la recompensa con una maravillosa certeza: Alcanzaré todos mis sueños porque voy en pos de ellos.